Archivos Mensuales: julio 2022

#PapelesDeMisBolsillos No Tienen La Culpa


Tus niños no tienen la culpa del mal día que tuviste…

Tus niños no tienen la culpa de los problemas con tu pareja…

Tus niños no tienen la culpa de tus frustraciones, ni los malos ratos en tu trabajo.

Tus niños no tienen la culpa de tu impaciencia y mal humor.



No tienen la culpa de tu día a día a prisas…

De tus gritos y tu falta de calma…

Tus hijos no tienen la culpa de las heridas de tu infancia.

De tus penas, de tus miedos…

De tu corazón roto…



Ellos llegaron para sanar, para enseñarte a amar de una manera que no imaginaste jamás.

Tus niños te necesitan, pero entero y con fuerzas, con energía para jugar, con dedicación, para que los escuches mirándolos a los ojos.



Te necesitan firme en tus decisiones…

Necesitan tu calma para que tú le calmes en esos momentos de rabietas o cuando la están pasando mal.

Necesitan tu amor pero también que le pongas límites.



Si tienes un mal día, ellos sabrán hacerte reír.
Si tienes un mal día, ellos sabrán decirte:

«Vamos mamá, mira mi dibujo, lo hice para ti.»

Tus niños llegaron para darle un significado a tu vida que tal vez antes no tenía…



Para enseñarte a ser fuerte y resiliente.

Para enseñarte a luchar y salir adelante todos los días.

Tus niños te aman con todo y tus defectos y siempre te sacaran una sonrisa.

Tus niños son tu fuerza y aliciente para salir adelante.


Basta con ver esa carita dulce y suave tratando de preguntarse:

¿Por qué te enojas hoy?

¿Por qué andas apurada?

¿Porqué no te ríes?

¿Porqué no dejas tu celular ?

Es nuestra obligación como padres (juntos o no) darles una infancia linda, mágica, contenida en besos, abrazos y presencia.



Nos equivocamos, es cierto.
Tropezamos y nos caemos,
pero debemos saber limpiarnos las heridas y pedir perdón.

Aprender a ser padres cada día…

No es fácil…

Debemos luchar contra nuestro cansancio,
penas, temores, situaciones no resueltas.

Para hacer feliz a tu hijo no necesitas darle todo lo que pide, tampoco llevarlo de compras, ni gastar todo tu sueldo en su fiesta de cumpleaños.

Tus hijos te siguen extrañando, aún cuando les des cosas para sustituir tu presencia.


Necesita que aprendas a ESTAR PRESENTE; que lo escuches, que lo beses, que lo disfrutes.

Imagina lo feliz que se pondría tu hijo si le dieras el mismo tiempo que le das a tu celular o el mismo tiempo que pasas fuera en el trabajo.

Lo mejor para nuestros hijos son los EJEMPLOS DE AMOR.

Porque esos EJEMPLOS DE AMOR SE VUELVEN RECUERDOS DE AMOR y cuando un niño tiene en su almacén de memoria BUENOS RECUERDOS DE AMOR, eso lo convierte en una persona con buena autoestima.



Seamos padres presentes, cariñosos, ocupados y preocupados con nosotros y para nuestros hijos.

Es el trabajo más importante, el que deja huellas…

Formar personas…

Personas de bien…

En ellos quedará el amor que pusimos en este camino durante su infancia.

Eso es lo único, lo que más queda…

No rompamos su magia y su inocencia.

No lastimemos su dulzura y fortaleza.

Abriguemos su corazoncito y llenemoslo de sueños.

Con AMOR


Créditos a su autor

«…El oficio más difí­cil es el de ser chico. Si dudan, escúchenme a mí­. Yo soy Andrés, y así­ me llaman mis padres cuando me retan; si no, me dicen…» Niño Envuelto, Elsa Bornemann

Amén

#PapelesDeMisBolsillos Reparando males

TUS HIJOS NO TIENEN LA CULPA.

Tus niños no tienen la culpa del mal día que tuviste.
Tus niños no tienen la culpa de los problemas con tu pareja.
Tus niños no tienen la culpa de tus frustraciones
ni los malos ratos en tu trabajo.
No tienen la culpa de que tú no quieras ser papá o mamá.



Tus hijos no tienen la culpa de las heridas de tu infancia. De tus penas, de tus miedos. De tu corazón roto.



Ellos llegaron para sanar, para enseñarte a amar de una manera que no imaginaste jamás.
Llegaron para darle un significado a tu vida que tal vez antes no tenía. Para enseñarte a ser fuerte y resiliente.


Para enseñarte a luchar y salir adelante todos los días.
Es nuestra obligación como mamás/papás, darles una infancia ESTABLE, SANA, TRANQUILA, mágica, contenida en besos, abrazos y presencia.

Nos equivocamos, es cierto.
Tropezamos y nos caemos, pero debemos saber limpiarnos las heridas y pedir perdón.


Aprender a ser mamás/papás cada día no es fácil.
Debemos luchar contra nuestro cansancio, penas, temores, situaciones no resueltas.
Seamos mamás/ papás presentes, cariñosas, ocupadas y preocupadas con y para nuestros hijos.


Es el trabajo más importante, el que deja huellas: formar personas. Personas de bien.

En ellos quedará el amor que pusimos en este camino durante su infancia. Eso es lo único, lo que más queda. Ellos se merecen todo nuestro respeto y mucho AMOR.

…/«Hoy, ¡qué disparate!
¡se mató un Tomate!»
Al leer, la Cebolla
lloraba en su olla.
Una Remolacha
se puso borracha.
– ¡Me importa un comino!
dijo Don Pepino…
y no habló la Acelga
(estaba de huelga).
(Elsa Isabel Bornemann)

Amén

#PapelesDeMisBolsillos Desde mí pobreza


En esta casa nunca hay nada. Me quejo cada vez que estoy en lo de mi vieja. Siempre falta algo. Una silla, un plato, vasos, escoba, papel higiénico, lavandina; nunca nada normal.

De chica me daba vergüenza invitar a alguien a comer porque no había donde sentarse.

Armábamos un banco con un tablón que a la vez se usaba de andamio y la mesa era una puerta encima de dos caballetes.

Desde que tengo memoria nunca comimos en platos iguales. Un guiso en plato playo o una milanesa en plato hondo. Una birra en una taza de te y un mate cocido en un vaso de Coca Cola.

En esta casa nunca hay nada. Me quejo cuando abro la heladera y no hay jugo preparado. O el chocolate que dejé para después y seguro lo comieron mis sobrinos.

Mi vieja grita y pregunta quién fue. Nadie se hace cargo. En casa todos comen lo que haya. Ningún alimento es propiedad de nadie. Si está en la alacena o en la heladera, se come.


En esta casa nunca hay nada. Me quejo cuando no puedo dormir la siesta o cuando nos quedamos sin gas. Cuando no puedo tomar mates tranquila sin que haya quilombos de criaturas y mis hermanos entrando y saliendo.


En esta casa nunca hay nada. Me quejo y mi vieja me dice: mirá a tu alrededor, hay de todo viste? Hay gente que no tiene de que quejarse porque ni familia para tomar mate tiene. Hay gente que tiene todo y está sola.

Acá nunca hay nada es verdad, pero vos tenés todo.



Tiene razón, me quejo de llena.

Amén.
(DQ)

En memoria de Cecilia Bollini.❤️