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#papelesdemisbolsillos #uncachodecultura Gaudí

Antoni Gaudí Cornet o Antonio Gaudí​​​​​ (Reus o Riudoms,​ 25 de junio de 1852-Barcelona, 10 de junio de 1926).

La Sagrada Familia de Gaudí, en Barcelona, ofrece una lectura tradicional y a la vez contemporánea de la fe católica. Su Fachada del Nacimiento es un evangelio esculpido en piedra.

Gaudí no deja de sorprendernos. Si miramos con atención el Nacimiento, veremos a la Virgen y san José con el Niño Jesús en el pesebre. Pero… no es exactamente un pesebre. ¿Dónde está depositado el Niño?

El arquitecto ordenó que el Hijo de Dios hecho hombre estuviera recostado en una espuerta, un cesto de goma de los que emplean los albañiles para hacer la pasta.

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Corrían los primeros años del siglo XX. En Europa se extendían las ideas marxistas y anarquistas, que hacían estallar graves conflictos entre industriales y obreros, y que hacían crecer el anticlericalismo.

La Iglesia quería aportar soluciones al problema social. En 1891, el papa León XIII publica la encíclica «Rerum Novarum» sobre la situación de los obreros.

Con el detalle del cesto de goma de los albañiles como pesebre, Gaudí integra el mundo laboral en el Misterio del Nacimiento. Así como están los pastores y los Reyes Magos a ambos lados en la Fachada del Nacimiento, los obreros quedarán reflejados en esa pieza de la escultura.

CASA VICENS DE ANTONIO GAUDÍ

Tal vez con un mensaje implícito: «Más cerca de Dios, imposible».

«El gran libro siempre abierto y que hay que hacer el esfuerzo de leer es el de la Naturaleza». Gaudí.

Amén

Fuente: La Historia del Arte, E. H. Gombrich

Relatos de #GenteDeBien no de lacayos. #Argentina un país de embalsamados

Estoy tan indignada, tan furiosa, tan caliente que no pude subir ni siquiera un relato en estos días.EL REGALOUn muchacho, como de doce años de edad, vestido y calzado de forma humilde, entró en una tienda, eligió un jabón común y le pidió al propietario que se lo envolviera para regalo.
«Es para mi madre», dijo con orgullo.El dueño de la tienda se conmovió ante la sencillez de aquel regalo.Miró con piedad a su joven cliente y, sintiendo una gran compasión, tuvo ganas de ayudarlo.Pensó que podría envolver, junto con el jabón tan sencillo, algún artículo más significativo. Sin embargo, estaba indeciso: miraba al muchacho, miraba los artículos que tenía en su tienda, pero no se decidía. ¿Debía hacerlo o no?.

El corazón decía que sí, pero la mente le decía no.El muchacho, notando la indecisión del hombre, pensó que estuviera dudando de su capacidad de pagar. Llevó la mano al bolsillo, retiró las moneditas que tenía y las puso en el mostrador.Continuaba el conflicto mental. ya había concluido que, si el muchacho pudiera, le compraría algo mucho mejor a su madre.Recordó a su propia madre.Había sido pobre y muchas veces, en su infancia y adolescencia, también había deseado regalarle algo a su madre.Cuando consiguió empleo, ella ya había partido para el mundo espiritual.El muchacho, con aquel gesto, estaba tocando lo más profundo de sus sentimientos.Del otro lado del mostrador, el chico empezó a ponerse ansioso.En el campo de la emoción, dos sentimientos se entrecruzaban: la compasión del hombre, la desconfianza por parte del muchacho.Impaciente, le preguntó: «¿señor, falta algo?» – «No», contestó el propietario de la tienda. «Es que de repente recordé a mi madre.Ella se murió cuando yo todavía era muy joven. Siempre quise darle un regalo, pero, desempleado, nunca logré comprar nada.»Con la espontaneidad de sus doce años, el muchacho le preguntó: -«¿Ni un jabón?»El hombre se calló.Envolvió el sencillo jabón con el mejor papel que tenía en la tienda, le puso una hermosa cinta de colores y se despidió del cliente sin hacer ningún comentario más.A solas, se puso a pensar. ¿Cómo nunca se le había ocurrido darle algo pequeño y sencillo a su madre? Siempre había pensado que un regalo tenía que ser algo significativo, tanto que, minutos antes, sintiera piedad de la humilde compra y había pensado en mejorar el regalo adquirido.Conmovido, entendió que ese día había recibido una gran lección.Junto al jabón del muchachito, lo acompañaba algo mucho más importante y grandioso, el mejor de todos los obsequios: SU AMOR .NO IMPORTA EL REGALO, SINO EL AMOR CON QUE SE DA.Encontrado en la red. Desconozco el autor.

No critiques lo que no te tocó vivir ni sentir. (Anónimo)

Amén

Relatos de #Cuarentena. Génesis I

Con la última guerra atómica, la humanidad y la civilización desaparecieron. Toda la tierra fue como un desierto calcinado. En cierta región de Oriente sobrevivió un niño, hijo del piloto de una nave espacial. El niño se alimentaba de hierbas y dormía en una caverna.

Entretanto la tierra se cubrió nuevamente de vegetación; las plantas se cargaron de flores; los árboles, de frutos. El niño, convertido en un muchacho, comenzó a explorar el país. Un día, vio un ave. Otro día vio un lobo. Otro día, inesperadamente, se halló frente a una joven de su edad que, lo mismo que él, había sobrevivido a los estragos de la guerra atómica.

Durante mucho tiempo, aturdido por el horror del desastre, sólo sabía llorar y clamar por su padre. Después sus recuerdos se oscurecieron, se disgregaron, se volvieron arbitrarios y cambiantes como un sueño; su horror se transformó en un vago miedo.

A ratos recordaba la figura de su padre, que le sonreía o lo amonestaba, o ascendía a su nave espacial, envuelta en fuego y en ruido, y se perdía entre las nubes. Entonces, loco de soledad, caía de rodillas y le rogaba que volviese.

Hans Baldung Grien 1531

—¿Cómo te llamas? —le preguntó.

—Eva —contestó la joven—. ¿Y tú?

—Adán.

Marco Denevi

De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir

Amén

Benito Quinquela Martín

El 1° de marzo de 1890 es considerada la fecha de nacimiento de Benito Quinquela Martín, uno de los más grandes pintores argentinos. Hijo de progenitores desconocidos que lo abandonaron en la Casa de Niños Expósitos, siete años después fue adoptado por la familia Chinchella, dueños de una carbonería. Toda su vida y obra giró alrededor del barrio de La Boca y sus extraordinarios cuadros se inspiraron en la misma realidad que dio nacimiento al tango, compartiendo junto con éste el mismo sello de identidad que los convierte en únicos.
Quinquela falleció en Buenos Aires el 28 de enero de 1977.

Benito Quinquela Martín: “Créame que estoy agradecido por los sufrimientos que me deparó la suerte”.

La Boca