#papelesdemisbolsillos (Siempre hubo una peste)

En 1374 B. Visconti, señor de Milán, notificó  que todo habitante contagiado debía ser expulsado de la zona intramuros y asentarse en el campo. Allí se curaría… o moriría. Otra opción era tapiar las casas con toda la familia adentro.

Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.


Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.


Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y a quién se ha ido.


Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.


Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos vuelvas mejores,
como nos habías soñado.
Valdez

Todos somos arte en los ojos de la persona correcta.

Amén

Semana de #Halloween #quelashaylashay



LA VERDAD DETRÁS DEL MITO: POR QUÉ PENSAMOS QUE LAS BRUJAS VUELAN CON ESCOBAS…

Lo primero que debemos recordar es que las mujeres a las que la iglesia y las autoridades tildaban de “brujas” en realidad no eran más que mujeres que experimentaban con plantas medicinales y buscaban significados de la vida y la naturaleza más allá de lo que decían las religiones de la época. En la época en la que solo los hombres podían perseguir carreras medicinales y la ciencia estas mujeres eran vistas como diabólicas, pecadoras y sencillamente malvadas.



Pero las mal llamadas “brujas” experimentaban con plantas medicinales buscando calmar sus propios padecimientos (incluyendo dolores menstruales y otras cosas que los médicos de la época parecían no tomar en cuenta… porque eran hombres) y ayudar a otras mujeres. Esto estaba prohibido, era penado por la ley y, sobre todo, por la iglesia. De ahí a que practicaran sus creencias en secreto y se formaran grupos de mujeres que se reunían a estudiarlas, lo que los demás veían como “brujería” y las llevaban a la hoguera por ello.



LAS BRUJAS Y LOS ALUCINÓGENOS :

Debido a que experimentaban con plantas medicinales pudieron descubrir algunos usos peculiares para estas. Por ejemplo, al experimentar con plantas como la mandrágora, el beleño y el hongo que se forma en el centeno pudieron descubrir que algunas plantas venenosas y hongos podían generar un efecto alucinógeno al consumirla en pequeñas cantidades.

El problema es que el ingerir estos alucinógenos tenía efectos secundarios, incluyendo irritación de la piel, nauseas y muchos vómitos. No pasó mucho tiempo en que descubrieran que la mejor forma de obtener el mayor efecto posible y evitar estos efectos secundarios eran aplicarlo a la piel en forma de ungüento.



Sin embargo, poco tiempo después descubrieron que los mejores lugares para aplicar el ungüento alucinógeno era en las zonas mucosas de los genitales. El efecto se elevaba al máximo sin producir vómito ni efectos secundarios. El placer venía acompañado de las alucinaciones, y así comenzaron a aplicar el ungüento usando el palo de la escoba para frotarlo en sus áreas íntimas.



Las primeras evidencias de esto se encuentran en la investigación del caso de Lady Alice Kyteler, acusada de brujería, que data del año 1324:

“En el armario de la dama se encontró un envase de ungüento con el que asegura untaba un palo que luego montaba para pasar el ungüento a sus partes íntimas”.

En los archivos de Jordanes de Bergamo, otro investigador de la brujería del siglo XV, asegura que:

“Las brujas han condesado que durante algunos días y noches untan un palo con ese ungüento especial y “mágico” que hacen y lo pasan por sus partes íntimas, debajo de los brazos y en otros lugares del cuerpo para obtener el efecto deseado”.



Esta claramente podría ser la razón por la que tantas pinturas del siglo XV y XVI representan a las “brujas” volando sobre escobas completamente desnudas.

Básicamente aunque estaban casi completamente dormidas, en su mente se veían “volando sobre montañas y praderas, sobre la naturaleza”. Y ellas creían que lo que habían visto era la realidad, un efecto astral de su espíritu generado por el “ungüento volador”.



El mito de las brujas que vuelan usando escobas se resume en mujeres que experimentaban con plantas medicinales pero descubrieron que aplicar un ungüento hecho a base de hongos y veneno por sus vaginas las hacía alucinar y vivir una experiencia psicosensorial tan intensa que creían que era realidad.

…Lo cierto es que la creencia en las brujas es la más acreditada y antigua. Virgilio afirma que las brujas tienen poder para hacer bajar la luna del cielo; Horacio nos describe dos de ellas, recogiendo huesos y plantas en un cementerio de Roma, desgarrando un cordero de lana negra, martirizando y consumiendo una imagen de cera, sepultando en la tierra de los muertos el hocico de un lobo y ejecutando ceremonias mágicas que hacen ensangrentar a la luna. Borges

Amén

#papelesdemisbolsillos No cambio, me resguardo

#algodemi
Ella era linda… mandaba mensajes, dedicaba canciones e imágenes tiernas.


Le gustaba dar los buenos días y preguntar cómo estás? Qué tal tu día? Ya comiste? Que llegues bien!.
Ella buscaba… iniciaba la conversación y era la última en responder, mostraba sincero interés.


Daba su tiempo y le parecía la mejor inversión, reía con las ocurrencias, y disfrutaba la presencia, nada más había, nadie más existía cuando él a su lado estaba…
Ella era tierna, sensible, pasional, abierta, valiente y arriesgada… hoy ella ya no existe.


Recibió ausencias, olvidos, mentiras, engaños, traiciones, fue juego cuando creyó ser verdad…
Hoy ya no busca, exige ser buscada…
Hoy no pide, exige le pidan…
Hoy no dedica, exige le dediquen…
Hoy goza el placer fugaz y se ausenta…
Hoy disfruta el placer y deja con ganas…


Hoy ante la ternura responde con sarcasmo…
Hoy ante la ternura da indiferencia…
Hoy ante el romanticismo otorga carcajadas…
Ella era buena, hoy no lo es…😔😔😔

Qué lindo que estás hoy, con tu inteligencia a flor de piel.
Por si nadie te lo dijo. Me atraen las mentes, creo que ya lo dije alguna vez.
Que me escribas cada mañana me alivia el alma. Ultimamente no la estoy pasando bien. Veo mañanas desoladas en un oscuro amanecer por la ventana.
Tengo mañanas tristes de un sol que sale pero
no brilla.
Algunas mañanas tormentosas de recuerdos
que despierto sin querer.
Y vos tenés que volver a sonreir algún día.
Mi deseo es que nunca te duela alguien!

Amén 🙏

#papelesdemisbolsillos 🤦 Mirando al otro a través de mí mismo🙊🗣️

La persona que te insulta no conoce su grandeza.
La persona que te calumnia no ha encontrado su Verdad.
La persona que te roba no conoce la abundancia.


La persona que te envidia desconoce su belleza.
La persona que te juzga se siente culpable.
Solo puede darte lo que tiene para sí misma.
Cuando eres feliz ofreces alegría.


Descubre tu luz y la luz de los otros dejará de insultarte.
No se siente amenazada la rosa cuando las margaritas florecen, no lloran las margaritas porque los claveles existen.


¿Acaso no es una fiesta vivir en un jardín? ¿Prefererías ser una flor en el desierto?
La belleza de la persona que tienes a tu lado es un regalo que te da la Vida para que recuerdes lo amado que eres.


Todo lo que das es una extensión de lo que crees ser.
El egoísta da poco porque vive en la carencia.¿Cómo juzgar al que se siente carente? ¿Cómo condenar a quién ya se ha condenado?
Detrás de un mísero regalo hay alguien que se siente miserable.


¿Si conoces el tesoro que habita en tu corazón por qué ofrecerías una ofensa?
Detrás de todo ataque hay alguien que se siente débil.
El ataque es en realidad una petición de Amor.


Ofrece siempre Amor pues Amor es lo que Eres.
Observemos en silencio que hay en cada uno de nosotros…

Jodorowsky

“No siempre nos movemos atraídos por la luz: a veces es la sombra la que nos empuja.” Fernando Savater

Amén

#DiaDelInmigrante #efemerides «Los argentinos venimos de los ✌️ barcos» 🇦🇷

Si no tenes recuerdos de lo que estudiaste en la adolescencia no agarres el Ibáñez porque la bolilla I es «Los Fenicios». Agarra un Bustinza, Levene, de Gandia, etc.
La desigualdad fue cruda al llegar. No voy a obviar el mercado de trata. No soy obtusa. Pero en esa compleja «unión» de ingresos el porcentual arroja un resultado: el 85% tuvo inserción laboral y en sectores «muy específicos» la agricultura, la pesca, la minería, la industria manufacturera, la hostelería y el comercio.

Es decir puestos «donde apenas era necesaria la formación».
Es en este casi irónico entre líneas te invito a revisar tu arbol genealógico.
En el mío, al menos, ninguno se plantó en el campo de nadie y expresó: «No nos vamos hasta que nos solucionen…». Tampoco y ante la falta de recursos fueron cuatreros.

Esa cultura del trabajo y el lomo partido es lo que se transmitió.
Los años han pasado. Mira si ha cambiado todo que hoy vemos a nuestros jovenes en esta dura reflexión: «No se fue de su pais buscando riquezas. Buscaba una calle donde pudiesen caminar sus hijos»

Romantizar el delito es no fomentar la educación que se mama desde el hogar.
Degeneraciones en generaciones continuas.

Al que venga, no me interesa quién, no lo veré, tampoco le va a ir bien. Mientras no te calces la dignidad todo va a estar mal. Y en un mes estarán de nuevo pidiendo más planes, trabajo???, etc y vos seguirás con el orto en tu sillón con cara de Uhhh! Jodete! Pero, ojo, tal vez te expropien el control remoto y ahí te quiero ver.

Si no somos corresponsables del pasado, tampoco tendremos derecho a reclamarnos legítimos propietarios del futuro.

Amén


#papelesdemisbolsillos #LosNiñosOlvidaran

El tiempo, poco a poco, me liberará de la extenuante fatiga de tener hijos pequeños. De las noches sin dormir y de los días sin reposo.


De las manos gorditas que sin parar me agarran, me escalan por mi espalda, me cogen, me rebuscan sin restricciones ni vacilaciones. Del peso que llena mis brazos y dobla mi espalda. De las voces que me llaman y no permiten retrasos, esperas, ni vacilaciones.


El tiempo me devolverá el ocio vacío de los domingos y las llamadas sin interrupciones, el privilegio y el miedo a la soledad. Aligerará, tal vez, el peso de la responsabilidad que a veces me oprime el diafragma.


El tiempo, sin embargo, inexorablemente enfriará otra vez mi cama, que ahora está cálida de cuerpos pequeños y respiros rápidos. Vaciará los ojos de mis hijos, que ahora desbordan de un amor poderoso e incontenible.


Quitará desde sus labios mi nombre gritado y cantado, llorado y pronunciado cien, mil veces al día. Cancelerá, poco a poco o de repente, la familiaridad de sus piel con la mía, la confianza absoluta que nos hace un cuerpo único. Con el mismo olor, acostumbrados a mezclar nuestros estados de ánimo, el espacio, el aire que respiramos.
Llegarán a separarnos para siempre el pudor, la vergüenza y el prejuicio. La conciencia adulta de nuestras diferencias.
Como un río que excava su cauce, el tiempo peligrará la confianza que sus ojos tienen ante mi, como ser omnipotente. Capaz de parar el viento y calmar el mar. Arreglar lo inarreglable y sanar lo insanable.


Dejarán de pedirme ayuda, porque ya no creerán que yo pueda en ningún caso salvarlos.
Pararán de imitarme, porque no querrán parecerse demasiado a mi. Dejarán de preferir mi compañía respecto a la de los demás (y ojo, esto tiene que suceder!)


Se difuminarán las pasiones, las rabietas y los celos, el amor y el miedo. Se apagarán los ecos de las risas y de las canciones, las nannnas y los Había una vez… acabarán de resonar en la oscuridad.


Con el pasar del tiempo, mis hijos descubrirán que tengo muchos defectos y, si tendré suerte, me perdonarán alguno.
Sabio y cínico, el tiempo traerá consigo el oblío.


Olvidarán, aún si yo no olvidaré. Las cosquillas y los “corre corre”, los besos en los párpados y los llantos que de repente paran con un abrazo. Los viajes y los juegos, las caminatas y la fiebre alta. Los bailes, la cancha, las tartas, las caricias mientras nos dormimos.


Mis hijos olvidarán que les he amamantado, mecidos durante horas, llevado en brazos y de la mano. Que les he dado de comer y consolado, levantado después de cien caídas. Olvidarán que han dormido sobre mi pecho de día y de noche, que hubo un tiempo en lo que me han necesitado tanto, como el aire que respiran.


Olvidarán, porque esto es lo que hacen los hijos, porque ésto es lo que el tiempo elige.
Y yo, yo tendré que aprender a recordarlo todo también para ellos, con ternura y sin arrepentimiento¡gratuitamente! y que el tiempo, astuto e indiferente, sea amable con esta madre que no quiere olvidar.

No lo sé si lo soñé, lo vi en la red o cumplí 60 y no estuvieron. No es tristeza, es mí vista nublada por agua que cae…

Amén

#PapelesDeMisBolsillos No Tienen La Culpa


Tus niños no tienen la culpa del mal día que tuviste…

Tus niños no tienen la culpa de los problemas con tu pareja…

Tus niños no tienen la culpa de tus frustraciones, ni los malos ratos en tu trabajo.

Tus niños no tienen la culpa de tu impaciencia y mal humor.



No tienen la culpa de tu día a día a prisas…

De tus gritos y tu falta de calma…

Tus hijos no tienen la culpa de las heridas de tu infancia.

De tus penas, de tus miedos…

De tu corazón roto…



Ellos llegaron para sanar, para enseñarte a amar de una manera que no imaginaste jamás.

Tus niños te necesitan, pero entero y con fuerzas, con energía para jugar, con dedicación, para que los escuches mirándolos a los ojos.



Te necesitan firme en tus decisiones…

Necesitan tu calma para que tú le calmes en esos momentos de rabietas o cuando la están pasando mal.

Necesitan tu amor pero también que le pongas límites.



Si tienes un mal día, ellos sabrán hacerte reír.
Si tienes un mal día, ellos sabrán decirte:

«Vamos mamá, mira mi dibujo, lo hice para ti.»

Tus niños llegaron para darle un significado a tu vida que tal vez antes no tenía…



Para enseñarte a ser fuerte y resiliente.

Para enseñarte a luchar y salir adelante todos los días.

Tus niños te aman con todo y tus defectos y siempre te sacaran una sonrisa.

Tus niños son tu fuerza y aliciente para salir adelante.


Basta con ver esa carita dulce y suave tratando de preguntarse:

¿Por qué te enojas hoy?

¿Por qué andas apurada?

¿Porqué no te ríes?

¿Porqué no dejas tu celular ?

Es nuestra obligación como padres (juntos o no) darles una infancia linda, mágica, contenida en besos, abrazos y presencia.



Nos equivocamos, es cierto.
Tropezamos y nos caemos,
pero debemos saber limpiarnos las heridas y pedir perdón.

Aprender a ser padres cada día…

No es fácil…

Debemos luchar contra nuestro cansancio,
penas, temores, situaciones no resueltas.

Para hacer feliz a tu hijo no necesitas darle todo lo que pide, tampoco llevarlo de compras, ni gastar todo tu sueldo en su fiesta de cumpleaños.

Tus hijos te siguen extrañando, aún cuando les des cosas para sustituir tu presencia.


Necesita que aprendas a ESTAR PRESENTE; que lo escuches, que lo beses, que lo disfrutes.

Imagina lo feliz que se pondría tu hijo si le dieras el mismo tiempo que le das a tu celular o el mismo tiempo que pasas fuera en el trabajo.

Lo mejor para nuestros hijos son los EJEMPLOS DE AMOR.

Porque esos EJEMPLOS DE AMOR SE VUELVEN RECUERDOS DE AMOR y cuando un niño tiene en su almacén de memoria BUENOS RECUERDOS DE AMOR, eso lo convierte en una persona con buena autoestima.



Seamos padres presentes, cariñosos, ocupados y preocupados con nosotros y para nuestros hijos.

Es el trabajo más importante, el que deja huellas…

Formar personas…

Personas de bien…

En ellos quedará el amor que pusimos en este camino durante su infancia.

Eso es lo único, lo que más queda…

No rompamos su magia y su inocencia.

No lastimemos su dulzura y fortaleza.

Abriguemos su corazoncito y llenemoslo de sueños.

Con AMOR


Créditos a su autor

«…El oficio más difí­cil es el de ser chico. Si dudan, escúchenme a mí­. Yo soy Andrés, y así­ me llaman mis padres cuando me retan; si no, me dicen…» Niño Envuelto, Elsa Bornemann

Amén

#PapelesDeMisBolsillos Reparando males

TUS HIJOS NO TIENEN LA CULPA.

Tus niños no tienen la culpa del mal día que tuviste.
Tus niños no tienen la culpa de los problemas con tu pareja.
Tus niños no tienen la culpa de tus frustraciones
ni los malos ratos en tu trabajo.
No tienen la culpa de que tú no quieras ser papá o mamá.



Tus hijos no tienen la culpa de las heridas de tu infancia. De tus penas, de tus miedos. De tu corazón roto.



Ellos llegaron para sanar, para enseñarte a amar de una manera que no imaginaste jamás.
Llegaron para darle un significado a tu vida que tal vez antes no tenía. Para enseñarte a ser fuerte y resiliente.


Para enseñarte a luchar y salir adelante todos los días.
Es nuestra obligación como mamás/papás, darles una infancia ESTABLE, SANA, TRANQUILA, mágica, contenida en besos, abrazos y presencia.

Nos equivocamos, es cierto.
Tropezamos y nos caemos, pero debemos saber limpiarnos las heridas y pedir perdón.


Aprender a ser mamás/papás cada día no es fácil.
Debemos luchar contra nuestro cansancio, penas, temores, situaciones no resueltas.
Seamos mamás/ papás presentes, cariñosas, ocupadas y preocupadas con y para nuestros hijos.


Es el trabajo más importante, el que deja huellas: formar personas. Personas de bien.

En ellos quedará el amor que pusimos en este camino durante su infancia. Eso es lo único, lo que más queda. Ellos se merecen todo nuestro respeto y mucho AMOR.

…/«Hoy, ¡qué disparate!
¡se mató un Tomate!»
Al leer, la Cebolla
lloraba en su olla.
Una Remolacha
se puso borracha.
– ¡Me importa un comino!
dijo Don Pepino…
y no habló la Acelga
(estaba de huelga).
(Elsa Isabel Bornemann)

Amén

#PapelesDeMisBolsillos Desde mí pobreza


En esta casa nunca hay nada. Me quejo cada vez que estoy en lo de mi vieja. Siempre falta algo. Una silla, un plato, vasos, escoba, papel higiénico, lavandina; nunca nada normal.

De chica me daba vergüenza invitar a alguien a comer porque no había donde sentarse.

Armábamos un banco con un tablón que a la vez se usaba de andamio y la mesa era una puerta encima de dos caballetes.

Desde que tengo memoria nunca comimos en platos iguales. Un guiso en plato playo o una milanesa en plato hondo. Una birra en una taza de te y un mate cocido en un vaso de Coca Cola.

En esta casa nunca hay nada. Me quejo cuando abro la heladera y no hay jugo preparado. O el chocolate que dejé para después y seguro lo comieron mis sobrinos.

Mi vieja grita y pregunta quién fue. Nadie se hace cargo. En casa todos comen lo que haya. Ningún alimento es propiedad de nadie. Si está en la alacena o en la heladera, se come.


En esta casa nunca hay nada. Me quejo cuando no puedo dormir la siesta o cuando nos quedamos sin gas. Cuando no puedo tomar mates tranquila sin que haya quilombos de criaturas y mis hermanos entrando y saliendo.


En esta casa nunca hay nada. Me quejo y mi vieja me dice: mirá a tu alrededor, hay de todo viste? Hay gente que no tiene de que quejarse porque ni familia para tomar mate tiene. Hay gente que tiene todo y está sola.

Acá nunca hay nada es verdad, pero vos tenés todo.



Tiene razón, me quejo de llena.

Amén.
(DQ)

En memoria de Cecilia Bollini.❤️

#PapelesDeMisBolsillos #LaViStima

ELLA NO SABÍA DECIR ‘NO’

“Ella no sabía decir ‘no’. Siempre lista para resolver los problemas de todos. Siempre, aunque doliera mucho. Siempre, a pesar del cansancio. Postergándose, infinitamente. El cuerpo no pudo sostener ese camino.



Aparecieron múltiples enfermedades que no respondían al tratamiento médico. Es que no eran bacterias, ni el metabolismo, ni virus… Era estrés, frustración, angustia. Nadie se dio cuenta. Todos pensaban que ella siempre podía, que era la más fuerte, que no necesitaba a nadie.



En esa soledad de abrazos que nunca llegaban, de una calma no permitida, de una demanda que nunca cesaba, de lágrimas que nunca vieron, ella tocó fondo. Pasó a ser la ‘loca’, la que tenía crisis injustificadas, la que todos mandaban al psiquiatra. Y en ese fondo de angustia e impotencia, pudo ‘darse cuenta’. Darse cuenta que cuando no hay otros brazos, puede abrazarse sola. Darse cuenta que el tiempo no tienen que dárselo, ella tiene que tomarlo. Que no sirve esperar que el otro haga lo que ella haría, porque es otro. Darse cuenta que a veces, los ‘no’ son necesarios.



La abnegación puede ser una virtud moral, pero nada tiene que ver con la salud mental. Es sacrificio. Y el sacrificio constante duele, enferma. Cuando das la vida por otro, la perdés. Es como un suicidio en cámara lenta. Es morirse un poco todos los días. Sacrificio, dolor, enfermedad, suicidio, muerte… Ese no es el camino. No debe serlo. De ese camino sólo se sale amándose.



Amor propio, aceptación, amor por el otro, vínculos ‘de ida y vuelta’, felicidad, vida. Ese sí es el camino.”

Texto de: Mirta Medici

La propuesta no es mantener el amor encapsulado, sino enseñarle a volar.

Amén