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#papelesdemisbolsillos No cambio, me resguardo

#algodemi
Ella era linda… mandaba mensajes, dedicaba canciones e imágenes tiernas.


Le gustaba dar los buenos días y preguntar cómo estás? Qué tal tu día? Ya comiste? Que llegues bien!.
Ella buscaba… iniciaba la conversación y era la última en responder, mostraba sincero interés.


Daba su tiempo y le parecía la mejor inversión, reía con las ocurrencias, y disfrutaba la presencia, nada más había, nadie más existía cuando él a su lado estaba…
Ella era tierna, sensible, pasional, abierta, valiente y arriesgada… hoy ella ya no existe.


Recibió ausencias, olvidos, mentiras, engaños, traiciones, fue juego cuando creyó ser verdad…
Hoy ya no busca, exige ser buscada…
Hoy no pide, exige le pidan…
Hoy no dedica, exige le dediquen…
Hoy goza el placer fugaz y se ausenta…
Hoy disfruta el placer y deja con ganas…


Hoy ante la ternura responde con sarcasmo…
Hoy ante la ternura da indiferencia…
Hoy ante el romanticismo otorga carcajadas…
Ella era buena, hoy no lo es…😔😔😔

Qué lindo que estás hoy, con tu inteligencia a flor de piel.
Por si nadie te lo dijo. Me atraen las mentes, creo que ya lo dije alguna vez.
Que me escribas cada mañana me alivia el alma. Ultimamente no la estoy pasando bien. Veo mañanas desoladas en un oscuro amanecer por la ventana.
Tengo mañanas tristes de un sol que sale pero
no brilla.
Algunas mañanas tormentosas de recuerdos
que despierto sin querer.
Y vos tenés que volver a sonreir algún día.
Mi deseo es que nunca te duela alguien!

Amén 🙏

#papelesdemisbolsillos #LosNiñosOlvidaran

El tiempo, poco a poco, me liberará de la extenuante fatiga de tener hijos pequeños. De las noches sin dormir y de los días sin reposo.


De las manos gorditas que sin parar me agarran, me escalan por mi espalda, me cogen, me rebuscan sin restricciones ni vacilaciones. Del peso que llena mis brazos y dobla mi espalda. De las voces que me llaman y no permiten retrasos, esperas, ni vacilaciones.


El tiempo me devolverá el ocio vacío de los domingos y las llamadas sin interrupciones, el privilegio y el miedo a la soledad. Aligerará, tal vez, el peso de la responsabilidad que a veces me oprime el diafragma.


El tiempo, sin embargo, inexorablemente enfriará otra vez mi cama, que ahora está cálida de cuerpos pequeños y respiros rápidos. Vaciará los ojos de mis hijos, que ahora desbordan de un amor poderoso e incontenible.


Quitará desde sus labios mi nombre gritado y cantado, llorado y pronunciado cien, mil veces al día. Cancelerá, poco a poco o de repente, la familiaridad de sus piel con la mía, la confianza absoluta que nos hace un cuerpo único. Con el mismo olor, acostumbrados a mezclar nuestros estados de ánimo, el espacio, el aire que respiramos.
Llegarán a separarnos para siempre el pudor, la vergüenza y el prejuicio. La conciencia adulta de nuestras diferencias.
Como un río que excava su cauce, el tiempo peligrará la confianza que sus ojos tienen ante mi, como ser omnipotente. Capaz de parar el viento y calmar el mar. Arreglar lo inarreglable y sanar lo insanable.


Dejarán de pedirme ayuda, porque ya no creerán que yo pueda en ningún caso salvarlos.
Pararán de imitarme, porque no querrán parecerse demasiado a mi. Dejarán de preferir mi compañía respecto a la de los demás (y ojo, esto tiene que suceder!)


Se difuminarán las pasiones, las rabietas y los celos, el amor y el miedo. Se apagarán los ecos de las risas y de las canciones, las nannnas y los Había una vez… acabarán de resonar en la oscuridad.


Con el pasar del tiempo, mis hijos descubrirán que tengo muchos defectos y, si tendré suerte, me perdonarán alguno.
Sabio y cínico, el tiempo traerá consigo el oblío.


Olvidarán, aún si yo no olvidaré. Las cosquillas y los “corre corre”, los besos en los párpados y los llantos que de repente paran con un abrazo. Los viajes y los juegos, las caminatas y la fiebre alta. Los bailes, la cancha, las tartas, las caricias mientras nos dormimos.


Mis hijos olvidarán que les he amamantado, mecidos durante horas, llevado en brazos y de la mano. Que les he dado de comer y consolado, levantado después de cien caídas. Olvidarán que han dormido sobre mi pecho de día y de noche, que hubo un tiempo en lo que me han necesitado tanto, como el aire que respiran.


Olvidarán, porque esto es lo que hacen los hijos, porque ésto es lo que el tiempo elige.
Y yo, yo tendré que aprender a recordarlo todo también para ellos, con ternura y sin arrepentimiento¡gratuitamente! y que el tiempo, astuto e indiferente, sea amable con esta madre que no quiere olvidar.

No lo sé si lo soñé, lo vi en la red o cumplí 60 y no estuvieron. No es tristeza, es mí vista nublada por agua que cae…

Amén

#PapelesDeMisBolsillos #LaViStima

ELLA NO SABÍA DECIR ‘NO’

“Ella no sabía decir ‘no’. Siempre lista para resolver los problemas de todos. Siempre, aunque doliera mucho. Siempre, a pesar del cansancio. Postergándose, infinitamente. El cuerpo no pudo sostener ese camino.



Aparecieron múltiples enfermedades que no respondían al tratamiento médico. Es que no eran bacterias, ni el metabolismo, ni virus… Era estrés, frustración, angustia. Nadie se dio cuenta. Todos pensaban que ella siempre podía, que era la más fuerte, que no necesitaba a nadie.



En esa soledad de abrazos que nunca llegaban, de una calma no permitida, de una demanda que nunca cesaba, de lágrimas que nunca vieron, ella tocó fondo. Pasó a ser la ‘loca’, la que tenía crisis injustificadas, la que todos mandaban al psiquiatra. Y en ese fondo de angustia e impotencia, pudo ‘darse cuenta’. Darse cuenta que cuando no hay otros brazos, puede abrazarse sola. Darse cuenta que el tiempo no tienen que dárselo, ella tiene que tomarlo. Que no sirve esperar que el otro haga lo que ella haría, porque es otro. Darse cuenta que a veces, los ‘no’ son necesarios.



La abnegación puede ser una virtud moral, pero nada tiene que ver con la salud mental. Es sacrificio. Y el sacrificio constante duele, enferma. Cuando das la vida por otro, la perdés. Es como un suicidio en cámara lenta. Es morirse un poco todos los días. Sacrificio, dolor, enfermedad, suicidio, muerte… Ese no es el camino. No debe serlo. De ese camino sólo se sale amándose.



Amor propio, aceptación, amor por el otro, vínculos ‘de ida y vuelta’, felicidad, vida. Ese sí es el camino.”

Texto de: Mirta Medici

La propuesta no es mantener el amor encapsulado, sino enseñarle a volar.

Amén

#PapelesDeMisBilsillos Autoestima? No! Comodidad? Tal vez


“Ya no me dan ganas de revisar su celular, ya no me importa lo que el esconda o lo que haga en sus redes sociales…


El día que se me ocurrió revisar su celular le encontré cosas que no me gustaron más sin embargo aun sigo con él…


Prefiero dejarlo ser, que se harte de sus cosas a escondidas, que busque ser feliz por ese medio…


Ojalá tenga suerte de encontrar al verdadero amor de su VIDA en esas redes sociales y termine por irse y sea feliz…


Por qué está perdiendo lo que había entre nosotros por algunos mensajes de promesa donde no se atreve a decir y que no se va por miedo a perderme?…

pero lo que el no sabe que ya me perdió desde la primera vez qué empezó a ocultar cosas…


Ahora me da lo mismo que sonría cuándo fijamente mira su celular, total no tengo nada que perder pero si mucho que ganar fingiendo no saber nada y ver como miente cuándo me ve a los ojos.
Para cuándo tu vas yo ya vengo.”

–Autor desconocido

☝️☝️☝️☝️ En lo personal no estoy de acuerdo, no me quedo dónde no soy feliz. Yo Solita

☝️ Amén