#papelesdemisbolsillos En movimiento…

Hay heridas que son más difíciles de sanar que otras. Algunas se abren de nuevo sin nuestra intervención. Y otras sangran otra vez porque nos ponemos a urgar en ellas.

El pasado no se puede modificar. Nuestro “sufrimiento” no es más que una repetición constante de experiencias dolorosas que quedaron impresas en nuestra mente y nuestra alma, y que traemos al presente en forma de pensamientos. Seguir cargando esos dolores viejos como un lastre, traerlos al presente constantemente, nos convierte en personas tristes, amargas, resentidas.

Aprender del pasado y dejar que las heridas cicatricen sería lo ideal. Claro que cuesta, pero no es imposible. La fortaleza es interna. Esa fortaleza viene de nuestra autoestima, de los valores internos, de la gratitud que tenemos por todo lo bueno que nos rodea y que logramos en la vida.

Que nuestro día a día sea una realidad de vida alegre o un infierno -más allá de las circunstancias pasadas o presentes- termina siendo una decisión personal

“No soy lo que me ha pasado o lo que me han hecho, soy lo que decido ser”. ~Carl Jung

Amén